La ilustración es una expresión artística que se convierte en un testimonio de la historia y las observaciones, como si cada trazo fuera una ventana a la esencia misma de la existencia de cada ser humano. Mi conexión con esta forma de arte se remonta a mi infancia, un periodo que sirve como semilla de mi amor por el dibujo y la capacidad de plasmar en papel mis mundos imaginarios.
Cada ilustración que creamos es un eco de los momentos mágicos que experimentas en algún punto de tu vida, y en mi caso, durante mi niñez. La infancia, esa etapa dorada donde la inocencia y la maravilla se entrelazan, ha dejado una huella imborrable en mi alma. Rememorar esos días llenos de risas, descubrimientos y juegos ha moldeado profundamente mi perspectiva artística. En cada trazo, intento capturar la esencia pura y libre de aquella época, permitiendo que la nostalgia se mezcle con la creatividad del presente.
Mi elección por los colores pasteles no es simplemente una preferencia estética, sino un homenaje a las paletas de tonalidades que adornaban mi mundo infantil. Estos colores, suaves y reconfortantes, no solo actúan como puentes entre el pasado y el presente, sino que también llevan consigo significados emocionales. Los pasteles encarnan una gama de emociones que abrazan desde la ternura y el amor hasta la calma, la paz y la satisfacción. Cada matiz elegido minuciosamente no solo añade belleza a mis creaciones, sino que también infunde profundidad y complejidad a la narrativa visual que se quiere construir.
En el proceso creativo, me sumerjo en la paleta de colores pasteles como si estuviera reviviendo los atardeceres suaves de mi infancia, las tonalidades cálidas que acompañaban los momentos más entrañables. Cada ilustración se convierte así en una ventana a esos recuerdos, capturando no solo la estética, sino también las sensaciones y emociones que marcaron mi viaje personal.
Al compartir mis creaciones con el mundo, no solo estoy ofreciendo un vistazo a mi imaginación, sino también una porción de la historia que ha dado forma a quien soy. Es un acto de autenticidad y vulnerabilidad, un compartir de experiencias que trasciende el lienzo y se convierte en un puente entre mi mundo interior y el exterior, teñido por la paleta rica y emotiva de los colores pasteles.
Escrito por: Sofia Jiménez
Redes sociales: @un_pastelit0
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